Una cosa es tener 10 concejales y otra sacar un 10 en gestión
Angeles Fernández fue noticia al
principio de mandato por ser la única mujer al frente de un ayuntamiento de la
isla de La Palma con una contundente mayoría absoluta. “No podemos bajar el
ritmo porque nos quedan otros 4 años por delante” −dijo− y antes de que
transcurrieran cien días lo dejó todo por detrás.
No bien habían pasado quince días
como alcaldesa se metió en aquel follón con “los padres del PP” en el “Día del
Orgullo” celebrado en Tazacorte, que terminó por la exigencia de los populares
de que pidiera disculpas y Ángeles Fernández termina por acceder y hasta poner “a
disposición de mi partido mi acta como Consejera y Alcaldesa”. Nadie
sabía entonces el cariño que le tenía a la primera y las ganas que tenía de
desprenderse de la segunda.
Un mes después se encendieron las
alarmas por la planta de asfaltos de Áridos El Riachuelo y tras quince días de
escaramuzas entre Plataforma y administraciones se le perdió la pista al
expediente. Es lo que tiene la transparencia, de tan transparente, al final,
las cosas ni se ven.
El verano fue a base de
spanglish, la Grajasound, el K-pop, el cosplay, Stereo Studio de Tutto
Durán, La Palma Summer-con….
Después el incendio del
noroeste que terminó por colarse en La Caldera y, noticias, muchas noticias
de robos en el municipio, con escalo, de cajas de tea, dos alunizajes…,
todo eso mezclado con el alboroto de los cargos y sueldos que empezó a
primeros de julio y, ni ha terminado aún, ni va a terminar. Esto de enchufar
y desenchufar es que les encanta.
Al borde de cumplirse los cien
días ¿de gobierno?, nos encontramos con una alcaldesa dimitida que nos
deja por herencia un sillón vacío como concejala virtual y convertido en monumento
al esperpento, varias fotos de postureo con el dedo señalando un
horizonte por donde planeaba escapar y un pueblo lleno de socavones,
vallas, aceras y vías peatonales cortadas y obras recién iniciadas que predican
un incierto futuro mejor, pero que nos da el más incómodo de los presentes.
Al sur de las coladas, Jedey y
San Nicolás languidecen, el autodenominado Frente Común por la LP2 está
roto, el tándem Sergio ¬ Angeles se concentra en la capital y la
carretera de las diez semanas no se materializó.
El problema no es que se vaya
como alcaldesa la señora Fernández, el problema es que no acaba de irse
y nos deja incrustada en la dignidad mancillada de un pueblo, su acta como
concejala a semejanza del aguijón de una abeja después de habernos picado.