28.2.23

Episodios "perdidos" en la historia de las bandas de música en El Paso (3)

 Cambio de ciclo: don Pedro Martín Hernández y Castillo.

      Quedamos en que las memorias e historias sobre la banda de música imperantes a final del siglo XX ponían el comienzo de la transición entre la era del Sr. Don Vicente Capote Gutiérrez con el Sr. Sales en 1906, con la llegada a la dirección de la banda de don Pedro Martín Hernández y Castillo, en adelante don Pedro Castillo y agrega “hasta 1911”.

      Una nueva transición, porque en marzo de 1911 es cuando “Alonso Pérez Díaz regala los instrumentos de una nueva banda que se llamaría de los liberales y la otra sería conocida como Banda Vieja. Don Pedro dirige la de los liberales y don Ángel Herrera Pombrol la de los conservadores o banda vieja”.

      El cronista oficial, en 2006, llega a esta nueva etapa simplemente diciendo “Se forma en 1911 la «Banda de los Liberales», pues el líder liberal en La Palma, Don Alonso Pérez Díaz, fue quien, para oponerse al bando conservador, donó al pueblo de El Paso los instrumentos que poseía una vieja banda. Director de la nueva banda resultó nombrado Don Pedro Martín Hernández y Castillo”.

Con distintos estilos, ambas fuentes, coinciden y ambas dejan abiertas a la interpretación del lector que, si don Pedro Castillo dirige la banda de los liberales es que debía ser un liberal, un simpatizante de don Alonso Pérez Díaz, pero no lo dicen. Prácticamente diez años después aparece publicada la obra poética de don Pedro Castillo «Notas Canarias o Espejo de la vida» con prólogo del letrado don Alonso Pérez Díaz que llama a don Pedro “mi meritísimo amigo”. Pero nunca se resalta esta afinidad, esta amistad, se limitan a decir que dirigió la banda de los liberales porque no les queda otro remedio.

      Las ya aludidas memorias de finales del siglo pasado dicen “A la muerte de Herrera Pombrol se unen las dos bandas y por iniciativa del alcalde Fermín Sosa Taño se denomina Banda Municipal de Música de El Paso, folio 26, acta 15 diciembre de 1928 y nombra director de don Pedro Castillo”. Cabe interpretar, se municipalizan ambas bandas de música fundiéndolas en una sola y don Pedro Castillo pasa a ser funcionario municipal, ocupando la plaza de director a sueldo de la administración.

      Vuelve a haber coincidencia con la publicación del cronista oficial en 2006 “En sesión de la Comisión Municipal (folio 62), siendo alcalde Don Manuel Fermín Sosa Taño (período 1927-30), se acuerda declarar como municipal y patrimonio cultural a la banda de música que dirige Don Pedro Martín Hernández, destacado músico, pedagogo y poeta”.

      Si en 1928 tenemos al don Pedro funcionario, en la sesión constitutiva de la nueva corporación, de fecha 10 de marzo de1930 lo encontramos como concejal, es la faceta del don Pedro político, es el tabú que nada ni nadie ha querido admitir. Y esa amistad con el mítico líder de los liberales palmeros, esa dirección de la banda de música de los liberales, ese paso por la corporación pasense como miembro de la misma puede estar detrás de la causa de los problemas y represalia sufridas.

      Primero, cosa lógica, el pleno tuvo que declarar la compatibilidad entre su puesto de director de la Banda Municipal de Música y su desempeño como concejal, compatibilidad que fue declarada, además, su situación como edil terminó en abril de 1931 con la llegada de la nueva corporación republicana.

      Pero los verdaderos problemas llegaron con los nuevos ocupas del ayuntamiento, las gestoras que subieron al poder a partir de julio de 1936. El 18 de mayo de1938, mediante reglamentaria instancia don Pedro Castillo, en calidad de director de la Banda Municipal de Música, tiene el valor de reclamar que se le abone la deuda de sus haberes como director desde 1936.

      En 1939 encontramos un recurso de nulidad y propuesta denegatoria de la inclusión en el escalafón oficial del Sr. Castillo, una Orden del Delegado de Hacienda de que se incluya en el presupuesto el sueldo de don Pedro Castillo, un acuerdo del ayuntamiento de encargar un dictamen a un letrado contra la orden del delegado de hacienda, el dictamen del letrado, el abogado que hace el dictamen para el Ayuntamiento es don Pedro Cuevas Pinto, se conoce en pleno del 29 de agosto de1939 y se toma acuerdo sobre él con fecha 2 de septiembre de 1939.

       Enterado del acuerdo tomado por la gestora municipal, don Pedro interpone contra el mismo un recurso pidiendo que quede sin efecto y reiterando el pago de sus emolumentos. La gestora, el 10 de octubre de 1939 vota contra el Recurso y se niega a pagarle. Pero la gestora sabe que algo está haciendo mal, porque vuelve a tratar sobre el recurso el 31 de octubre inmediato, pero se vuelve a negar a pagarle. El 28 de noviembre siguiente, lo que acuerda es el envío a la Audiencia Provincial del recurso interpuesto por don Pedro Castillo, pero el 5 de diciembre se arrepienten de enviarlo a ningún lado y convierten el último acuerdo en dejar pendiente de resolución al recurso de reposición de forma indefinida.

      En febrero de 1940 se conoce otra instancia de don Pedro Castillo para que se le incluya en la plantilla de empleados, lo habían excluido al parecer, no se conocen documentos del conflicto, pero algo debe suceder porque en abril de 1942 se efectúa retención de fondos en Depositaría por don Pedro Castillo y, sorpresa, se acuerda extender los libramientos para el pago.

      Con certeza no se sabe si se efectuó el pago de lo adeudado, o no, pero las gestoras de turno se quieren sacar de encima al Sr. Castillo. El 6  de junio de ese mismo año llega un escrito del Gobierno Civil  sobre el escalafón de don Pedro Martín Hernández y Castillo, no debió gustarles a la gestora porque diez días más tarde solicitan informes del Gobierno Civil para disolver la banda de música y declarar excedente a su director.

      Fieles a su forma de actuar, el ayuntamiento cambia de parecer cuatro días después, se desiste de ir a Tenerife y, por su cuenta y riesgo, se declara disuelta la banda de música y excedente forzoso a su director. Era el 16 de junio, según una fuente y el 20 de junio de 1942 según otra.

     El primero de agosto del 42, otra instancia de don Pedro por la excedencia y haberes (parece que no le habían pagado) y 28 días después el ayuntamiento lo que hace es trasladar la instancia a la comisión de hacienda para diluirla en su seno.

      Así las cosas, el 13 de octubre de 1942, don Pedro Castillo interpone pleito al ayuntamiento por excedencia forzosa. Y en febrero de 1943 un recurso contra el presupuesto por cantidad, en el mes de marzo siguiente existe un fallo sobre uno de sus recursos contra acuerdos de la corporación, pero no conocemos su sentido, lo último conocido es que el 31 de diciembre de 1949 hay toma de conocimiento del acuerdo de la Sala 4ª del Tribunal Supremo sobre la Apelación interpuesta por don Pedro Martín Hernández y Castillo contra lo acordado por el Ayuntamiento con fecha 20 de junio de 1942 que le declaraba excedente como Director de la Banda de Música. Se dio cuenta del Oficio de la Audiencia Provincial que lo comunicaba en el pleno de la fecha indicada.

      Por entonces, don Pedro Castillo hacía aproximadamente medio año que se había marchado a vivir a S/C de Tenerife, nunca más pisó El Paso, aún viviría fuera de él los últimos catorce años de su vida y, seis años después de su óbito, el ayuntamiento que le negó el sueldo y lo expulsó de su plantilla, le distinguió con el nombre de una calle. Qué ironías del destino.

      Once años de litigios se zanjan por los cronistas redactores de memorias de la banda de música de la siguiente forma “Por motivos de la guerra civil se desintegra la banda”− según artículo publicado en la revista ‘Acorde’ en 03/2006  “Hacia finales de la década de los cuarenta, la Banda se quedó sin el citado director, Don Pedro Martín Hernández, por traslado de éste a Tenerife”−.