10.2.23

Episodios "perdidos" en la historia de las bandas de música en El Paso. (2)

 

Datos de archivo frente a memorias que, también quedan -o deben quedar- en los archivos.

      El episodio de los encontronazos entre la Sociedad Filarmónica y el ayuntamiento son bordeados en las memorias elaboradas a finales del siglo XX para el ayuntamiento, pero obra de “no se sabe bien quién” de la siguiente manera:

      No se pone en cuestión la fecha del 25 de junio de 1862, celebración del 25 aniversario de la creación del municipio, como aquella en que se menciona la presencia de una banda que ameniza la onomástica y que lo hace bajo el nombre de Agrupación Musical de El Paso y  bajo la dirección de don Vicente Capote García (Gutiérrez).

     Dice de don Vicente Capote que estuvo muchos años de director hasta que llegó uno nuevo llamado don Enrique Hernández y Hernández. Sin embargo, si llegó, se diluyó en la nada, no se vuelve a mencionar su nombre.

      Se contradicen en la memoria porque agregan que en mayo de 1882 por gestiones de don Vicente Capote vino a dirigir y dar clases a El Paso el músico militar don Francisco Sales que había sido director de la banda del Regimiento de Cazadores de S/C de La Palma.

      Aquí la incógnita es si don Vicente ejercía un alto cargo en la Sociedad Filarmónica, si el Sr. Sales daba clases en la misma, si dirigía la Agrupación Musical de El Paso o subyacía la existencia de otra banda.

El caso es que nos dicen que el año 1890 se celebra la Fiesta del Siglo, al parecer, cada municipio en su término municipal y, aquí, en El Paso, aún tenemos al  Sr. Sales dirigiendo la banda en las festividades que dicen organizadas por el alcalde y el cura del pueblo. Ni una mención a disoluciones de banda, a existencias de dos, ni a problemas de ningún tipo.

De la casa quemada en 1902 y de que allí ensayaba una de las dos bandas (El Grito del Pueblo, 7 de noviembre de 1902) ni una mención, cuatro años después, en 1906 se coloca la fecha de la retirada del Sr. Sales y le sustituye su mejor discípulo, don Pedro Castillo, hasta 1911. Una balsa de aceite, nada pasa, nada arde.