15.11.22

La otra biografía política de M. A. Hernández Martín.

 Ironías del destino: ¿último del franquismo o primero de la democracia? 

      Empecemos por una cuestión fundamental, si Miguel Ángel Hernández Martín (en adelante MAHM) se va con diecisiete años a Venezuela en 1948 debió nacer en 1931 y no en 1921 como dice la moción aprobada por unanimidad por el pleno. Por tanto, MAHM murió con 82, no con 92 años, tenía 36 cuando accedió a la alcaldía y 51 cuando la dejó y se retiró de la política después de ser primer edil durante 15 años, 2 meses y 20 días.

      Fue una especie de Santísima Trinidad de la Política; juró los principios del Movimiento Nacional, anduvo bajo las siglas de la UCD y fundó un Grupo Electoral autodenominado Libre de El Paso, pero todo eso bajo un solo credo: la doctrina de José Antonio Primo de Rivera; y un solo Dios: el Generalísimo Francisco Franco. Nunca renegó de ellos, siempre los defendió, ellos se le fueron, pero él siempre los tuvo presentes.

      En 1973 dio el nombre de Almirante Carrero Blanco a la calle junto al aún futuro centro escolar de 16 unidades para que su “inquebrantable fidelidad a los principios del Movimiento Nacional sirviera de ejemplo a las futuras generaciones que allí se educarían” y el 28 de julio de 1983 se opone a retirar los nombres de Franco, Mola y José Antonio de la nomenclatura callejera; es incuestionable, no nos encontramos ante el primer alcalde de la democracia, sino ante el último de la dictadura, ante alguien que se hizo pasar por demócrata para seguir agarrado al cargo, en definitiva y en todo caso, ante un político disfrazado.

      Él se consideraba la institución, cuando llega 1983 se encuentra que UCD ya no existe, se le está rompiendo todo, primero el franquismo, luego la tapadera de UCD y él quiere seguir, pintoresca la anécdota de creación del GELP, uno de los firmantes para la constitución de la agrupación de electores  junto a MAHM contaría inocentemente “Miguel Ángel nos reunió y nos dijo: ES UNA VERGÜENZA QUE EL AYUNTAMIENTO NO SE PRESENTE A ESTAS ELECCIONES” había que hacer algo para continuar (para continuar él) y eso fue el GELP¹. Dice por escrito en su panfleto que el Grupo Electoral Libre de El Paso es la “denominación que se ha escogido para no vernos en la obligación de obedecer mandatos de Partidos Políticos…, no le gustan los partidos pero si para estar es necesario entrar en uno, no le hace ascos, caso de sus cuatro años en la UCD.

      Prometió por escrito hacer una gran avenida “Embellecer la entrada del municipio con una Avenida que parta desde la Curva de Julián hasta el empalme con Vista Alegre, frente al Bar Cumbre, Avenida de 27 metros de ancho, doble vía de 7 metros cada una y Paseo Central de 7 metros de ancho con dos aceras laterales de 3 metros” cosa que nunca se hizo, sino otra media cosa que sus descendientes políticos llamaron Avenida Tanausú, no para gloria del indígena, sino para defensa del nombre del fundador de la Falange que por esas fechas aún se intentaba arrancar sin éxito del callejero y que, 35 años después de dejar ayuntamiento y política llevaría su nombre, Miguel Ángel Hernández Martín, grabado en un sueño, en una promesa incumplida.

     Y no es que don Miguel no dejara obras tangibles, asfaltos por doquier, calles urbanizadas, depósitos y redes de agua, aperturas de nuevas vías, eso sí, en algunos casos por medio de contribuciones especiales que produjeron lamentos, quejidos y quebrantos; saneamiento nunca quiso, decía que El Paso era un pueblo volcánico de suelo poroso donde las fosas sépticas funcionaban de maravilla.

      Pero las huellas más profundas de don Miguel en el pintoresco municipio de El Paso se dieron cuando en  la finca municipal de Morros Altos de Malpaíses autorizó la instalación de una picadora de piedras desde 1970, en la destrucción y deterioro del Llano de Los Jables cuando el 30 de enero de 1970 se muestra favorable al proyecto de transformar el granzón en arena destinada a la venta para usos industriales, en Noviembre de 1975 autoriza la instalación de la planta de machaqueo y lavado de áridos del Riachuelo en la finca propiedad municipal denominada “Roberto”, en 1981 procede a la renovación y aprovechamiento de piedra volcánica en Malpaís de Montaña Colorada y La Mancha o Morros Altos de Malpaíses mientras en el sur del municipio, a la sombra de Los Campanarios de Jedey y en la finca municipal denominada Malpaís del Charco Verde  se extraían arenas volcánicas a destajo, para terminar –por terminar con algo- con la venta en 1982 de 130.263 m² de la finca municipal del Malpaís de Marta la Jara a la empresa Unión de Explosivos Rio Tinto, S.A. justificando con la hipotética instalación de una fábricas de abonos que darían pleno empleo al pueblo y que como es obvio no se produjo.

      Nunca ya sabremos como hizo don Miguel para estar en la fundación de API siendo el primer congreso de estos en 1985² y él dejó la política en 1983 o como fue consejero de API en un mandato en el que en el Cabildo no había insularistas, sino aliancistas, socialistas, centristas del CDS y comunistas³.

      Y que simpleza esa de que “volvió a la alcaldía que, cinco meses después, abandonó por decisión propia”; su escrito de dimisión de fecha 25 de noviembre de 1983 por motivos de salud fue tratado y aceptado en pleno el 29 del mismo mes y año y, casualmente,  como otro asunto  en la misma sesión, la petición de excedencia voluntaria del Secretario de Habilitación Nacional Aurelio Merino Calvo; entre ellos y con inmediata anterioridad un durísimo Informe del secretario conteniendo graves acusaciones contra el Alcalde y la presentación de un acto de conciliación previo a la interposición de una querella criminal en un turbulento asunto en que en parte se vieron implicados, como pieza separada, también miembros de la oposición socialista.

      No solo sus compañeros del GELP –con mayoría absoluta- no le defendieron ante el Secretario cuando la oposición presentó propuesta de apertura de expediente disciplinario al funcionario de habilitación nacional, sino que, cuando el 8 de mayo de 1987 uno de los Tenientes de Alcalde propuso que se le concediera a MAHM la Medalla de Oro –entonces no había aún Reglamento de Honores- la propuesta quedó sobre la mesa porque, ni el resto de sus afines le apoyaron.     

      MHHM nunca conoció la nueva Ley de Bases de Régimen Local (la 7/85), se fue antes, en cuanto el pleno tomó conocimiento de su escrito de dimisión, el 29 de noviembre, no el 20 de diciembre siguiente que fue la elección del nuevo alcalde, precisamente el mismo que desempeñó accidentalmente la alcaldía entre esas fechas. El secretario de habilitación nacional se marchó al municipio de Candelaria, en Tenerife en lo que pareció una solución pactada, no presentación de querella al alcalde, no apertura de expediente disciplinario al secretario y salida de ambos de la Casa Consistorial para siempre.

      Pero la Corporación de El Paso (4), todos a una, por ignorar, ignoran hasta el Reglamento Especial de Honores y Distinciones del que se dotó ya en 1987 el ayuntamiento y, haciendo caso omiso al procedimiento contenido en el mismo, vienen a actuar sin respeto a sus propias normas y al veredicto de un Juez Instructor que valore los pros –que indudablemente los tuvo don Miguel- y los contras que todo proceder humano conlleva, otorgan una distinción honorífica que jurídicamente no se sostiene.

 

 

(1)     (1) El Grupo Electoral Libre de El Paso no era un partido político, sino una agrupación de electores.

(2)    (2)  La Agrupación Palmera de Independientes (API) se inscribió como partido político el 16-01-1985.

(3)     (3) Otra cosa es que fuera consejero en 1979 -1983, el sistema electoral para el Cabildo era distinto, una circunscripción insular y dos circunscripciones con ámbito en los municipios de cada partido judicial.

(4)    (4)  La referencia es a la corporación 2015-2019 al completo