8.7.23

Especies vegetales invasoras en el reino del tagazaste.

 Paisaje singular de Las Cuevas.

Estamos en la zona del Llano de Las Cuevas, una de las llamadas joyas de la corona de la política conservacionista, en calificación de la propia Reserva Mundial de la Biosfera, el lugar "muestra uno de los paisajes más singulares" de la Isla y la administración local pasense así lo recoge en sus redes y publicaciones.

Los numerosos transeúntes que han escogido estos lugares para sus paseos, los ganaderos que van a repostar agua a sus reses y caballerías, los segadores de pasto, turistas, ciclistas y demás personas que pasan de largo, pasean y contemplan el panorama, reparan entre otros aspectos, en la pared de delimitación del camino por el oeste, una obra de largo recorrido que, posiblemente, nunca se termine, o que, si se llega a terminar ya el deterioro será tanto por donde comenzaron que habrá que volver a empezar.

Pero el problema sobre el que se llama la atención y, que se sepa, nadie ha dicho y menos hecho nada, no está ahora en las paredes, sino en lo que está tras ellas. Sobrantes de material de obra, tierras removidas y amontonadas constituyen el caldo de cultivo para la introducción de especies invasoras oportunistas en estas latitudes.


Dos especies que no son propias del reino del tagazaste.

El tártago o tartaguero (Ricinus communis L.) es un arbusto que crece en todas las islas del Archipiélago y que está en la Lista de Especies Introducidas en Canarias de 2014, el Gobierno canario la cataloga como especie invasora o potencialmente invasora.

El tabobo (Nicotiana glauca R. C. Graham), bobo, jediondo, mimo, tabaco moro o venenero, de la familia de las Solanáceas y estrechamente emparentado con la planta del tabaco (Nicotiana tabacum), es una planta arbustiva frecuentísima en nuestro territorio. Abunda en zonas ruderalizadas, márgenes de carreteras, terrenos removidos, núcleos de población y fondos de barrancos, normalmente asociada a otras introducidas como los tartagueros.

Los dos párrafos anteriores son texto copiado de publicaciones especializadas en flora autóctona e introducida.

Ambas son especies tóxicas en zona de pastizales, cierto que no existen actuaciones para sus control o erradicación en Canarias pero que se introduzcan en una zona considerada teóricamente como “espacio singular”, como consecuencia directa de una obra municipal que por razones presupuestarias o de otra índole ha quedado abandonada a la deriva, si es motivo, bastante y suficiente para que sean erradicadas por la misma administración que propició involuntariamente su introducción.