El 24 de enero de 2022, fascinado
por los espectaculares vídeos aéreos de la erupción del volcán —que finalmente
adoptó el nombre predominante de Tajogaite—, el Ayuntamiento de El Paso, quizá
con los primeros fondos destinados a la reconstrucción, decidió adquirir un
dron.
No consta en ninguna crónica
municipal la llegada del aparato, aunque bien merecería un lugar en sus
efemérides como "la primera aeronave oficial del consistorio".
Dicho hito, de facto, implicaría modificar el Reglamento Orgánico Municipal:
habría que añadir una enmienda al Título Primero, Capítulo Primero, Sección
Primera, Artículo Cuarto —que reza "el alcalde es el presidente de la
corporación"— para incluir "y comandante en jefe de su
fuerza aeroespacial".
Parece una broma, pero no lo es.
El dron fue comprado mediante un procedimiento de adjudicación urgente, sin
publicidad y amparado en la legalidad. El carácter de emergencia se justificó
bajo el artículo 120 de la Ley 9/2017, alegando que el Ayuntamiento necesitaba "actuar
de inmediato ante la catástrofe, evaluando infraestructuras y viviendas
cercanas a la zona eruptiva".
Costó 29.702,60 euros y se lo
compraron a ACRE SOLUCIONES TOPOGRÁFICAS ALQUILER Y VENTA S.L., una empresa
especializada. Según la documentación, el equipo incluía "receptores de
televisión y radio, y dispositivos de grabación de sonido e imagen",
con especial énfasis en su capacidad de filmación. Se destinó, en teoría, a los
Servicios Técnicos Municipales.
Sin embargo, el dron nunca ha
sido mostrado públicamente, algo peculiar para un gobierno que presume de
transparencia hasta para exhibir el filamento roto de una bombilla, señalado
con solemnidad por el concejal de turno. Imaginen la foto: todo el equipo de
gobierno, mirando al cielo y apuntando al dron en pleno vuelo. Sus asesores de
imagen no habrían desperdiciado semejante instantánea: un dron que retrata y es
retratado. Doble oportunidad, cero pruebas. ¿Dónde está el aparato?
En los Servicios Técnicos manejan
desde escuadras hasta telémetros láser, pero no hay operadores de drones.
Repito: ¿Dónde está el dron? Curiosamente, durante la erupción, el canal de
YouTube del Ayuntamiento publicó 183 vídeos grabados con drones... pero el
dispositivo se compró un mes después de que la fase eruptiva hubiera
terminado.
Algunos concejales afirmaron "saber
de su existencia", otros que "se perdió y se recuperó",
para luego "perderse de nuevo". El dron del Tajogaite se ha
convertido en un McGuffin administrativo: un objeto caro que mueve papeles,
pero no aparece en escena.